15 diciembre 2005

Empieza Ritmo Sur

Dos maneras de empezar a escribir una misma historia:
La búsqueda del sentido de las prácticas radiofónicas

¿Cómo imaginamos el futuro de nuestras redes?
¿Hasta dónde queremos llegar?
¿Cómo lo haremos?
¿Cómo provocar desde la radio y desde las redes procesos para redefinir los significados cotidianos, los discursos, las representaciones sociales, y las construcciones sociales y políticas?

Con esas preguntas, y otras más, las radios y redes de 12 países del continente empezaron a enfrentar el desafío de reflexionar y actualizar el sentido de sus prácticas.

Es decir: discutir, debatir, acordar, consensuar ideas y acciones que les permitan a nuestras radios provocar procesos de transformación de nuestra sociedad, de provocar cambios en nuestra cultura democrática, de modificar el proceso de toma de decisiones en la sociedad, y desde la comunicación generar procesos culturales de transformación política.

Así empezó el Programa Ritmo Sur, el punto de encuentro entre AMARC y ALER, dos redes unidas con el fin de desarrollar un proceso de fortalecimiento y desarrollo de capacidades de Redes Nacionales e instancias organizativas conjuntas de radios comunitarias y populares.

El Programa Ritmo Sur se desarrolla en América Latina y El Caribe, exactamente en 12 países de la región que son: Argentina, Paraguay, Chile, Uruguay, Bolivia, Brasil, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, México, y República Dominicana.

Pretende que las radios y redes incidan y se conviertan en referentes de la comunicación en sus respectivos ámbitos, que sean constructoras de una sociedad distinta desde la comunicación, y que se refleje en una práctica radiofónica.





Los primeros en arrancar fueron Perú y Paraguay. En Paraguay, donde ALER y AMARC tienes socios o miembros, la ruta empezó por conocerse los unos a los otros y reunirse en una mesa grande para plantearse temas comunes y tratar de encontrar espacios que permitan articular a ambas redes.

La Red Nacional de Emisoras (RNE) y Comunica decidieron juntarse a orillas del Río Paraná y aprovechar toda su energía. Alguien nos contó que por esos días la hidroeléctrica de Yacyretá, ese portento hidroeléctrico binacional, estuvo a punto de sobrecargarse. No falta quien asegure haber visto al Arandú -el conocedor del interior del tiempo- rondando por las orillas escuchando Radio San Roque.

El primer encuentro entre radios miembras y socias de ALER y AMARC en Paraguay se realizó el 8 y 9 de noviembre, en Ayolas, a unos 324 kilómetros hacia el sur de Asunción. Verónica Vázquez de Fe y Alegría, fue una de las 40 personas que participaron en este encuentro. Verónica al final del trabajo nos dijo:

“El encuentro en sí ya es lo mejor, el hecho de encontrarnos diversas radios ya es un avance y creo que es muy positivo para las radios comunitarias. Me gustaría varias radios y una red, o mejor varias emisoras haciendo una radio: planificación conjunta, acompañamiento, auto evaluación, evaluación y planificación con la comunidad, temas comunes de análisis, compartir programas, practicas de solidaridad en lo económico, etc.”


Lourdes Ramírez de Comunica, Paraguay, y Oscar Cáceres de RNE facilitaron el encuentro. No perdimos la oportunidad de preguntarles:

Lourdes: ¿Qué es Ritmo Sur para tu red?
La posibilidad de fortalecer las capacidades y producir incidencia.

-¿Cuál es tu sueño para los próximos años?
Radios con proyectos sostenibles, redes con capacidad de incidencia, producciones radiofónicas de calidad y creatividad.

- Oscar: ¿Sientes que hacía falta un Ritmo Sur en Paraguay y en América Latina?
Ritmo Sur llega en el momento exacto en que las radios comunitarias, las radios locales, especialmente, tiene que dar una nueva orientación a sus vidas.

-¿Crees que lo empezado en Paraguay tendrá largo aliento?
Considero que el mundo de este tipo de comunicación va muy de la mano con los movimientos sociales del continente, con los que sueñan con otra América posible, otro mundo posible, El contexto favorece el emprendimiento y por supuesto este emprendimiento fortalecerá el contexto continental.


Mientras tanto, en el Perú, las emisoras de la Coordinadora Nacional de Radios, que agrupa a radios tanto de AMARC como de ALER, también se impusieron la tarea de encontrar el sentido de sus prácticas y fueron en su búsqueda.


Un huaico - un desborde de agua, barro y piedras - intentó detener la marcha de los radialistas hacia Jaén y no pudo, luego los radialistas subieron a la cumbre del arequipeño volcán Misti, se internaron en la verde y selvática Tarapoto preguntando por espíritus de los rebeldes motilones. Los chamanes de Huacho no perdieron la ocasión de preguntarle a las albuferas el destino de esta búsqueda. Nadie se atrevió a preguntar qué respondieron las lagunas saladas. Todos están convencidos que esta búsqueda tendrá el destino que los mismos radialistas construyan. Hasta ahora unos 50 radialistas han trabajado el proyecto político comunicativo y la gestión integral de la CNR y sus radios.


En uno de los talleres en busca del sentido de la radio, realizado en Arequipa, Carlos Lara periodista de Radio Uno de Tacna escribía lo siguiente a un amigo que seguramente se encuentra algún lugar del universo:

“Hola Amigo: Como te encuentras, te cuento que estoy participando en un taller de la Coordinadora Nacional de Radio en Arequipa.
Hace unos momentos nos mostraron unas fotos bien antiguas, pero que nos dan a conocer que a través de los años, los miembros en la CNR, que agrupa a diferentes radios del país, en una gran familia. Al principio me provoco un poco de risa los peinados y la ropa, pero detrás de todo eso, me doy cuenta que se ha logrado agrupar un nutrido equipo que gente de diversas partes, con el animo de agruparse.
Suena bacán ¿no?, suena bien. Ahora yo soy parte de eso, y quizá en 20 años vean mi foto y alguien también que piense o se ría, pero -como dije líneas arriba-, el camino que se ha empezado no debe detenerse. Carlos.”

Después de sus cuatro talleres regionales, la Coordinadora Nacional de Radios preparara la metodología de su seminario nacional que se realizará en febrero, en Lima, la capital peruana. Para Jorge Acevedo, Director Ejecutivo CNR, Ritmo Sur más que un programa es una oportunidad:


“RITMO SUR es una oportunidad para fortalecernos como red nacional descentralizada con incidencia política y social, con una gestión democrática y moderna orientada al logro de objetivos.

Es también una oportunidad para repensar nuestras apuestas institucionales, para definir -acorde con los nuevos escenarios y tendencias- qué tipo de sociedad queremos construir desde nuestras prácticas radiofónicas y cómo lo haremos. RITMO SUR es, finalmente, una oportunidad para encontrarnos con otras redes, intercambiar experiencias y fortalecer nuestros vínculos estratégicos de cooperación.”

¿Qué nos queda después de estas primeras experiencias? La confirmación de que la empresa no es fácil, que hay que afrontarla de muchas maneras y con nuestros propios estilos, en Paraguay “a lo paraguayo” y en Perú “a la peruana”. Vale la pena decir a estas alturas que en Paraguay convirtieron el PME (Planificación Monitoreo y Evaluación) en Peme´e (palabra guaraní que significa “dar”).

Empieza Ritmo Sur, soñando y mirando hacia el futuro que quiere construir, preguntándose si es posible fortalecer a las redes nacionales, a las radios, si nuestros oyentes sentirán que algo está cambiando en nuestras radios, si sentirán que la radio cuenta en la tarea de construir una sociedad distinta, preguntándose, si es posible construir una comunicación distinta para sociedades también distintas: humanas.

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